ERIKA GIRALDO LIBERATO
"La Vida Humana es muy ambigua:
El pasado de cualquiera de nosotros puede
Ser perfectamente adaptado lo mismo
Como biografía de un hombre de Estado
Amado por todos, que como biografía de
Un criminal …
Fragmento del libro de los Amores Ridículos
Milan Kundera
Pericia Psicojurídica presenta a sus lectores el planteamiento de una reflexión alrededor de una de las actuaciones psicojurídicas mas comunes en el ámbito criminológico, que busca como último fin aportar desde el análisis cuidadoso de pautas comportamentales relacionadas con procesos adaptativos la emisión de un concepto psicológico que permitirá establecer riesgos de peligrosidad, de reincidencia o sencillamente facilitar la confirmacion o el descarte de hipótesis de sospecha de responsabilidad así como para la creación de modelos preventivos de conductas desviadas.
La posición de la sociedad colombiana respecto a los agresores sexuales es muy compleja pues las diferentes formas de reacción social han dejado interpretar desde sentimientos de rechazo, repudio, odio hasta de indiferencia. Lo que nos lleva a pensar en la necesidad de establecer un mecanismo que facilite no solo la identificación sino la intervención constructiva de las personas a favor de la extinción de comportamientos en el ámbito de la agresión sexual.
Hablar de identidad implica reconocer una historia personal, familiar, social y cultural, pero sobre todo una expresión de auto-conocimiento de si mismo con base en las pautas relacionales que se han establecido consigo mismo, con los demás y con los objetos. Procesos que dominan las ciencias causales explicativas en la búsqueda incansable de una "armonía" social y en lo cual los aportes desde la criminología juegan un papel relevante. De esta manera es pertinente mencionar que le compete a la psicología evaluar las pautas comportamentales que orienten a una conclusión clínica con su respectivo modelo de intervención - tratamiento y a la psicología Jurídica evaluar el comportamiento humano a fin de orientar el establecimiento de la norma y/o la toma de una decisión judicial; y de esta manera acertar con aportes constructivos para el desarrollo social e individual que constantemente se busca.
En este orden de ideas el proceso de evaluación PsicoJurídica a los abusadores sexuales se realiza según el requerimiento, la necesidad jurídica, y el momento (en la presentación de un argumento para orientar la absolución o condena; o evaluación de peligrosidad del sujeto cuando esta presto a salir) ya sea para determinar enfermedad mental o desviación sexual entre otros requerimientos, pero por lo general cuando se esta llevando un caso de delitos sexuales es mas importante no solo evaluar sino tratar clínicamente a la victima del abuso.
La elaboración de un perfil de abusadores sexuales es una tarea con un alto contenido profesional y ético ya que es muy fácil "hablar de alguien", y "hablar con alguien" parecen ser dos formas de relación que favorecen un proceso de identificación cotidiana y popular. A este punto es fácil proferir conceptos de etiquetamiento que seleccionan las formas y estilos de relaciones sociales y por supuesto unos modelos de comportamiento humano que no solo dejan evidenciar conductas desviadas positivas sino también negativas. Particular y básicamente para un Perfil Psicológico criminal se debe cumplir con un proceso de investigación a través de entrevistas, revisión de informes, reconocimiento de avances científicos respecto al tema, conceptos multidisciplinarios entre otras técnicas.
El enunciado "perfil criminal" se conoce con varios términos y significados en el ámbito policial y forense, los cuales confluyen en un claro establecimiento de rasgos individuales. Tales conceptos son: perfil psicológico "psychological profiling" Homant y Kennedy (1998), perfil de la personalidad del criminal "criminal personality profiling" McCann, (1.992), perfil del agresor "offender profiling", Jackson y Bekerian (2000), perfil criminal "criminal profiling". Stanton, (1997), perfil geográfico "geographic profiling" Rossmo (sf) citado por Homant (1.998) e Investigación analítica criminal "criminal investigative analysis" Knight, Warren, Reboussin y Soley (1998).
Tapias y Avellaneda (2003) definen que la elaboración de perfiles criminales es una técnica de investigación judicial que consiste en inferir aspectos psicosociales (personalidad, comportamiento, motivación y aspectos demográficos) del perpetrador con base en un análisis psicológico, criminalístico y forense de sus crímenes, con el fin de identificar un tipo de persona (no una persona en particular) para orientar la investigación y la captura. Al tiempo presentan de manera interesante algunas definiciones tradicionales de perfiles criminales emitidas por autores reconocidos con los cuales proponen la definición general mencionada anteriormente, lo que constituye un paso fundamental en el avance del conocimiento alrededor de la elaboración de perfiles criminales.
Ahora bien, continuando con la cita de Tapias y Avellaneda me parece pertinente mencionar que de acuerdo con Ressler y colaboradores, (1986), citados por Homant y Kennedy (1998) y Ailt y Reese en 1980, citados por Knight (1998), el diseño e implementación de perfiles psicológicos en los crímenes puede ayudar a determinar el tipo de personalidad del criminal y sus características conductuales desde un análisis de los crímenes que él o ella hayan cometido; la técnica permite realizar un perfil del agresor tenga o no tenga antecedentes judiciales, si los tiene seria un criterio auxiliar para la elaboración del perfil (Homant,1998); esta definición está relacionada a la del FBI (Federal Boureau of Investigation), la cual determina que el perfil criminal es una herramienta que ayuda a obtener información específica del delincuente agilizando la investigación, además brinda información a la policía sobre la manera más adecuada de interrogar sospechosos.
Si la elaboración de Perfiles Criminales es de tanta utilidad socio-jurídica es importante reconocer en ellos que el impacto que se provocaría sobre un proceso de investigación es realmente determinante no solo para la sociedad sino también para el sujeto que se perfila; y no exclusivamente a lo que se refiere Ressler y colaboradores (1.999), quienes aclaran que los perfiles criminales sirven para describir el tipo general de persona que puede cometer un acto criminal, no para señalar a un individuo determinado. Ya que los argumentos presentados pueden estar elaborados con las mas altas exigencias profesionales y en camino al favorecimiento de un proceso que pretende ser justo, pero cuando el diseño de un perfil criminal busca "señalar" y/o "etiquetar" a un sujeto se pueden ramificar situaciones complejas que van desde el daño individual hasta social.
Acogiendo lo anterior como preámbulo al reconocimiento de una Identidad de un Agresor Sexual debo presentar la relación existente entre el producto de un proceso de elaboración de perfil criminal y el de reconocimiento de identidad en el ámbito PsicoJurídico. Si bien es cierto los alcances en la elaboración de un perfil psicológico criminal permiten y requieren la intervención Inter. y multidisciplinaria precisamente porque el objeto de estudio es un ser humano y con este estudio no solo se hace referencia a su propia pauta comportamental sino que se podrían estar ofreciendo ideas de nuevos modelos de comportamiento para este mismo sujeto como para personas del anonimato.
Un Perfil criminal contempla la descripción de pautas características que distinguen a ciertos individuos de la población en general, lo cual refiere información inicial de identificación como: datos demográficos de ubicación, información de identificación según la nacionalidad, el género, la edad, el estado civil, ocupación, procedencia, religión y escolaridad; es importante tener en cuenta factores como la disposición y reacción ante el interrogatorio; los antecedentes judiciales, médicos, psiquiátricos; relaciones interpersonales, familiares, laborales y hasta con las cosas; madurez sexual, psicológica; y por supuesto la posibilidad de reincidir en la conducta desviada y/o de planear operativamente un crimen entre otros factores.
En este orden de ideas esta relación de interdependencia entre el perfil y la identidad se hacen claras con el fin de organizar estratégicamente una intervención técnica u operativa policial o judicial a partir de las sugerencias de modelos de acción comportamental que influirían sobre el agresor, con base en las características de su personalidad y de la búsqueda de su mirada de "espejo" sobre su propio referente social.
Actualmente se busca la identificación en masa de los Agresores sexuales y al tiempo se implementan estrategias de prevención a partir de la difusión de información a través de los diferentes medios de comunicación a fin de que este tipo de agresores sean identificados no solo por sus victimas sino por quienes pudieran llegar a serlo y por supuesto de aquellos adultos que representan legalmente a un menor, tal identificación se logra a partir del reconocimiento de los rasgos generales de comportamiento que se han divulgado y se espera que se proceda a la denuncia correspondiente. Pero a la hora de la verdad ese proceso de identificación del agresor por parte de la sociedad ha sido intolerable ya que ha provocado reacciones complejas y hasta confusas sobre todo cuando ese agresor mantiene una estrecha relación de afecto y/o dependencia material.
Uno de los retos de la Psicología Jurídica es el de actuar posibilitando la construcción teórica desde la explicación, comprensión y análisis de variados fenómenos individuales y sociales con el objeto que haya una derivación en el ámbito socio – político en el marco de la normatividad. Por lo tanto y de acuerdo con García y Pablos de Molina los aportes que deben hacerse desde la psicología jurídica deben estar orientados a una comprensión del comportamiento desde el reconocimiento evolutivo del delito y de su propia dinámica (modificación y motivación de conductas, conciencia social y concepciones de normalidad y anormalidad); lo que nos lleva en la practica a participar desde las diferentes especialidades psicojurídicas asumiendo responsabilidades profesionales, éticas y políticas con sus respectivas connotaciones sociales. Para el caso de la Perfilacion criminal a partir de la identificación o método inductivo es posible de acuerdo con Turvey (1999), facilitar investigaciones y predecir comportamientos.
Frente a la caracterización de los agresores sexuales de menores, es posible avanzar para nuestro caso en una identificación preliminar para dirigir las evaluaciones por ejemplo: con la población recluida en una institución carcelaria como sujetos de investigación para extraer características generales; para indagar de lo particular a lo general; y así para elaborar perfiles de agresores dentro de una cárcel, se buscara en las entrevistas los patrones de conducta comunes entre ellos para poder extraer una característica general de los agresores sexuales. Como metodología las entrevistas tendrán el objetivo de identificar el tipo de violencia sexual dirigida hacia menores y en este mismo sentido seleccionar quienes pueden realmente ofrecer información veraz (como los condenados con menos posibilidades de salir); y darle importancia a los informes de la conducta del delincuente brindada por otras personas (familiares, amigos, víctimas y/o miembros del cuerpo de custodia y vigilancia). En esta fase lograr analizar objetivamente las pautas relacionales que se han establecido en el centro penitenciario pueden ser determinantes para el mantenimiento o extinción de su conducta desviada, lo cual puede y debe hacerse desde la comparación de información proveniente del expediente judicial y con base en todas estas fuentes se que finalmente construyen el perfil inductivo. (Ressler, 1999).
Existe una aproximación a un perfil psicológico criminal del agresor sexual de menores realizado en la cárcel Modelo de Bogota (Murillas y Moreno, 2004) que aunque no cumple con la utilización total de las fuentes para articular el perfil, es un avance interesante en el proceso de identificación. La caracterización que presenta en esta investigación es: El victimario de actos sexuales abusivos con menores de 14 años: estudia el tema del abuso sexual, proviene de familias numerosas en donde la figura de autoridad ha sido la madre a pesar de la relación con ésta sea calificada como distante, en general con relaciones afectivas inmaduras en el ámbito familiar; dificultades para establecer relaciones interpersonales de calidad debido a su inseguridad e inmadurez emocional; egocentrismo, debilidad, tendencias depresivas, dependencia del medio y de la autoridad, incapacidad de auto evaluación, impulsividad, preocupaciones de índole sexual, dificultades para demostrar afectividad y sensibilidad, necesidad de protección, reacciones defensivas, negación de ansiedades o angustias y estancamiento en la lucha y búsqueda de objetivos y proyectos.
Lo que permite confirmar que el agresor sexual es ni mas ni menos "cualquier persona" con dificultades de interacción que hacen que éste establezca relaciones que se ajusten a su grado de madurez tanto psicológica como emocional, en este caso menores de edad. Si lo que interesa es analizar la identidad como proceso PsicoJurídico es posible acoger lo sugerido por Homant y Kennedy (1998) en relación a que este perfil debe usarse para la estrategia de entrevista y testimonios de individuos, determinando si sus rasgos emparejan con las características de una base de datos de una clase de agresores determinada. Dejando finalmente clara la ventaja del modelo como un gran identificador de características, pues ofrece premisas con rasgos básicos del agresor que permiten perfilarlo y predecir su comportamiento. (Turvey,1999).
Para lograr lo anterior existen unos requerimientos en términos de formación profesional y ética y especialidad en el ámbito jurídico. A lo cual Turvey, B. (1.999) propone una lista de trabajadores en el área para poderlos distinguir y conocer su principal labor o desempeño:
-Psicólogos forenses: Su labor está en la habilidad de realizar entrevistas con el propósito de hacer diagnósticos, tratamiento y asesorías en competencia / sanidad de las personas. No están capacitados para ciencias forenses relacionadas con evidencia física, ni tienen la experiencia para interpretar conductas de la escena del crimen.
-Psiquiatras forenses: Son doctores médicos con entrenamiento en ciencias médicas como ciencias conductuales. Están igualmente preparados para la labor que realizan también los psicólogos forenses.
-Criminólogos: Académicos inclinados al trabajo con población agresora. Deben estar dispuestos a la investigación de datos empíricos, de resultados en estadísticas y perfiles inductivos de los agresores.
-Detectives e investigadores: En este se incluyen los oficiales de "law enforcement" y perfiladores criminales en sector privado de todo el mundo que se entrenan en técnicas y se asesoran con cursos y seminarios por medio de la lectura de libros e investigando, acumulando así una experiencia investigativa. Haciendo énfasis en la psicología; los roles que desempeña un psicólogo en el área de la criminalidad son:
-Rol Clínico: los psicólogos interrogan a los clientes y utilizan ayudas como los test psicométricos (Test de Inteligencia, evaluación de funciones neuropsicológicas, personalidad y estado mental) y el análisis de datos conductual.
-Rol Experimental: Llevan a cabo experimentos que son relevantes de cierto caso.
-Rol Actuarial: Los psicólogos aplican las probabilidades estadísticas a datos conductuales.
-Rol de Consejero: Los psicólogos hacen asesorías individuales a las víctimas y testigos cuando tienen que rendir declaraciones con el fin de disminuir la ansiedad y que la declaración sea veraz.(Turvey, 1999)
La confiabilidad y veracidad que tenga el proceso de perfilacion depende totalmente de la calidad y metodología de trabajo interdisciplinario que se desarrolle ya que los conceptos emitidos como producto de variadas entrevistas y observaciones posibilitaran articular el perfil criminal. Mas aun al referirnos a el perfil criminal de un abusador sexual de menores las implicaciones enmarcadas como reacciones sociales informales, en términos de rechazo, pre-juzgamientos entre otras podrían intervenir viciando el resultado final.
Referencias
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[1] Psicóloga, Especialista Psicología Jurídica de la Universidad Santo Tomás. Profesional Asociada Cualificada ACPJF, Estudios en Derechos Humanos, Atención Victimológica, Evaluación Forense. Directora de Pericia PsicoJurídica. Docente e Investigadora.
1 comentario:
gracias amigo! gran post!
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